lunes, 12 de agosto de 2013

Grandes personajes mutantes: Tormenta

Ahora mismo, puede parecer que no existe nadie que le pueda hacer sombra al omnipresente Lobezno, pero hubo un tiempo en el que la voz cantante en el universo mutante la llevaba otro personaje: Tormenta.

Cuesta imaginar que un miembro tan importante de los X-Men surgiera de una fusión eventual entre otros candidatos a formar parte tanto de la Patrulla X como de los Outsiders de DC: el fantástico uniforme lo obtuvo de una tal Gata Negra (nada que ver con la exnovia de Spiderman), los poderes de Tifón, la capa y la raza de Trio (el uniforme también parece ser el mismo, pero en blanco) y el aspecto de Quetzal.


Sea como sea, la mezcla fue tan buena, que consiguió convertirse en el centro de atención del Giant Size, el tebeo que presentó a la nueva alineación de mutantes en 1975. Después de todo, era difícil competir contra una chica que era considerada una auténtica diosa africana, que podía controlar los elementos y que era la bondad personificada. Por si eso fuera poco, a todo esto y a su condición de ser una de las primeras superheroínas negras, se empezó a añadir una gran historia al personaje. Así nos enteramos de que sus padres, un reportero americano y una princesa keniata, habían muerto en un bombardeo en El Cairo, dejando a la niña huérfana y con una fuerte claustrofobia, que perteneció a la banda de ladrones de Achmed El-Gibar, que le enseñó todo lo que había que saber sobre el robo de carteras (al mismo Xavier se la robó siendo una niña) y el uso de ganzúas, que había jurado no matar jamás o que el clima cambiaba según su estado de humor.


Tormenta era tan distinta a los demás que incluso su habitación era diferente. En lugar de un cuarto en el que dormir, ella contaba con un enorme ático lleno de plantas en el que se duchaba creando pequeñas lluvias y espesas nieblas.

Así era inevitable que acabara convirtiéndose en la preferida de los lectores por encima de Cíclope (el líder), Rondador Nocturno (el demonio simpático y el personaje favorito del dibujante Dave Cockrum) o Lobezno (el más odiado de los X-Men entre los fans hasta que el dibujante John Byrne se empeñó en hacerlo interesante). Y, tras la muerte de Fénix en la Luna y el abandono de Cíclope, además se convirtió en la líder de la Patrulla X. Era 1980 y los grupos liderados por mujeres negras no eran precisamente abundantes. 


El cambio de década también significó una liberación para la Jinete de los Vientos, que se volvió más independiente, pero también empezó a sufrir problemas como los celos que le provocaba la relación entre su protegida (Kitty Pryde) y su profesora de baile (Stevie Hunter) o el estrés consecuencia de la vida superheroica. La tortura mental que le causó la Reina Blanca, el encierro al que la sometió el Doctor Muerte (en la imagen) dentro de una estatua (Tormenta acabó enloqueciendo tanto por su claustrofobia que casi destruye Latveria) o la semi-transformación en vampira que le provocó el mismísimo Drácula fueron algunos de los momentos especialmente duros que fueron minando su confianza y haciendo que su juramento de no matar tuviera cada vez menos sentido. Y así, después de que Mente Maestra desbaratara la boda de Lobezno en Japón y gracias a la influencia de la caótica Yukio, Tormenta se hizo un cambio de imagen radical.

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