lunes, 10 de febrero de 2014

Pequeños grandes momentos 7: X-Factor

Mientras aquí esperamos que en Abril llegue el último tomo de la actual etapa de X-Factor, en los USA no sólo ha terminado la serie, sino que ya ha sido relanzada con el "All New..." de rigor que tanto le gusta a Marvel desde que comenzó la segunda (o la tercera, a saber por cuál vamos) etapa de su campaña de relanzamiento "Marvel Now!". Y, por suerte, Peter David continuará a los mandos de esta nueva etapa (a pesar de sus graves problemas de salud) en la que estrenará alineación, motivación y un estilo gráfico que (por lo poco que he visto) es una auténtica pasada. Pero ya llegaremos a "All New X-Factor" cuando aparezca por aquí y hoy me dedicaré a recordar dos impresionantes momentos de la serie que está a punto de dejarnos (si pretendes leerla no continúes porque va a haber un pequeño par de spoilers). En los muchos años que Peter ha llevado la cabecera (tanto en los 90 como ahora) ha creado muchas escenas de esas que te quedan en la retina para siempre como la sesión con el psiquiatra Doc Samson (que se ha convertido en un auténtico clásico del cómics) o las múltiples muertes o conversiones divinas a las que nos tiene acostumbrados. Sin embargo, me centraré en las dos escenas que más me impactaron:

- Ríctor el suicida: Tras la buena acogida que tuvo la miniserie de Madrox (publicada aquí en tomo) Marvel le dio la a Peter David oportunidad de volver a relanzar X-Factor como los detectives del Distrito M, el barrio mutante de Nueva Yotk. Pero antes de que pudiera ponerse a ello, llegó la Diezma y el 90% de la población mutante perdió sus poderes, aparte de fastidiarle al escritor todo el argumento que tenía pensado para la serie. Pero él no se achantó y elaboró un estupendo primer número en el que Ríctor (antiguo miembro de X-Force que también se había quedado sin poderes) planeaba tirarse desde lo alto de un edificio. Madrox, líder de X-Factor, trataba de convencerle de que se uniera a su equipo mientras le contaba un poco sus problemas con las copias que adquirían personalidad propia. Al final del cómic, Ríctor acababa por entrar en razón y aceptar el puesto en X-Factor. Y, entonces, Madrox le empuja al vacío. Así terminaba el número 1 de la nueva colección.


- El bebé de Madrox: Este es, sin duda, el momento más traumático e impactante que he leído nunca en un cómics. Tras formar el equipo, Madrox acabó involucrado amorosamente con Siryn y con M (bueno una de ellas estuvo con una copia). El caso es que la irlandesa se quedó embarazada y durante varios meses pudimos ver cómo le crecía el barrigón a marchas forzadas. Hasta que llegó el feliz día. Siryn fue al hospital, tuvo un niño muy mono al que llamaron Sean Madrox. Todos estaban encantados hasta que papá Madrox lo cogió... y su cuerpo absorbió al bebé porque era una especie de copia. Flipante.


Y con este horrible momento lo dejo por hoy. Momentados saludos a todos.

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