El mes viene bastante escasito de tomos mutantes. De hecho, estrictamente hablando, únicamente sale uno y es el recopilatorio en tapa dura “Marvel Deluxe Lobezno: Destino Manifiesto” que recoge las primeras historias que desarrolló Jason Aaron (actual escritor de Lobezno y la Patrulla X) con el mutante de las garras, hace cuatro añitos ya, entre las que destacaría “La caza de Mística”.
Aparte de este, podríamos considerar como ligeramente mutagénicos a la esperada “Los Vengadores: Arena” nº1 (en la que aparece X-23, además de muchos jóvenes marvelianos que la editorial no sabe qué hacer con ellos), el clásico de los Defensores “¿Y quién heredará la Tierra?" (sale Xavier y Magneto) o, rebuscando mucho, podríamos incluir el “Capitana Marvel” nº2 porque Carol vivió unos cuantos meses con los X-Men. Todos ellos, llegarán a las tiendas el último viernes de Septiembre.
Y como no hay más, será mejor echarle un vistazo en profundidad a las grapas que, como siempre, saldrán el primer viernes del mes.
- Astonishing X-Men: Por fin se acabó X-Terminio. Una vez trituradas y destruidas las realidades alternativas de la Era de Apocalípisis y X-Treme X-Men (en Marvel no se andan con chiquitas, si una serie va mal, se cargan hasta el mismo universo en el que se desarrolla) la colección recupera su independencia argumental para que Marjorie Liu dedique un número al Hombre de Hielo.
- Imposibles Vengadores: El grupo mixto de humanos y mutantes comandados por Kaos continua dedicándose a luchar con cualquier maloso X que se encuentre. Sin embargo, mi principal preocupación es por qué han vuelto a ponerle el traje clásico a Fuego Solar. El pobre tuvo cáncer, le cortaron las piernas y se convirtió en Jinete de Apocalípsis y todo ello para poder lucir la apariencia molona de la Era de Apocalípsis. Y ahora, tanto sufrimiento, para nada. Será que en la peli de “Big Hero 6” (ese grupo que jamás nadie pensó que fuera a tener una película) usarán ese uniforme, porque si no, no lo entiendo.
- Salvaje Lobezno: Último número del primer arco argumental de la renovada y renombrada serie del mutante de las garras. Con este cómic, no solo se da por terminada la estancia de Logan en Tierra Salvaje, sino que también la abandona el siempre genial Frank Cho. A partir de Octubre Zeb Wells (guionista de Spiderman y Nuevos Mutantes) y el mismísimo Joe Madureira en persona (el impulsor del amerimanga noventero y el peazo de cabrón que dejó Battle Chasers a la mitad) serán los encargados de continuar con la serie. A ver lo que dura Mad, que entre lo lento que dibuja y lo poco que le gustan los trabajos fijos, lo mismo se larga en tres números.
- Lobezno y la Patrulla X: Sí, ya sabemos que a Jason Aaron le encanta Lobezno, pero no tiene que estar demostrándolo continuamente metiendo a gente como su hermano. Me sé de otro guionista de Logan (Larry Hama) que se empeñó en meter personajes “lobezniacos” en una serie juvenil de éxito (Generación X) y acabó cargándosela. Lo bueno es que Glob Herman se ha marchado. A ver si así, se decide Aaron por usar algún otro alumno aparte de Quentin, Génesis, la tonta de Idie, Nydo y los nuevos, que están muy bien (salvo Idie) pero hay más gente. Por si no lo ha decidido, aquí una lista de los estudiantes ignorados de la escuela: Camaleón, Armadura, Bling!, Velocidad, Alud, Hada, Cerilla, Gentil, Vendas, Transónica, Cifra (la chica, no el de los Nuevos Mutantes), Crosta, Arena, Ernst, Cara, Graymalkin, Infernal, Indra, Mercurio (también la chica), Martha Johansson (el cerebro en un tarro), Primario, Tensión y Trance. De todas formas, por mucho que me queje, sigue siendo una de las mejores series de Marvel.
- Imposible y Nueva Patrulla X: Lo odio. Lo detesto. Pero, no tengo más remedio que admitirlo. Me equivoqué. Bendis está haciendo un trabajo mucho más aceptable de lo que me esperaba (vamos, que mola). Sí, aún me rechinan los dientes con la metamorfósis de la Bestia en Bigfoot, el viaje en el tiempo de la Patrulla Original y los poderes rotos de Emma, pero también hay que reconocerle un montón de aciertos. Ha metido a Mística de mala, ha rescatado a mi adorada Lady Mente Maestra (la rubia), el equipo de Cíclope se mueve muy bien en los grises, Illyana empieza a parecer un personaje de verdad en vez de un taxi teletrasportador y los Vengadores están quedando como el culo porque, como ya dije, Cíclope tenía razón y todo lo ocurrido con los Cinco Fénix fue culpa de ellos. A ver qué tal sigue.
- X-Men: Brian Wood consiguió varias cosas increíbles durante su anterior etapa en X-Men. La colección, dedicada a las historias cortas con personajes invitados (lo que suele llamarse por los USA un team-up) y sin un elenco fijo iba cuesta abajo desde su primera saga, aquella de los vampiros. El guionista, no sólo levantó las ventas continuando (más o menos) con la filosofía team-up, también rescató a la muy maltratada Júbilo (ahora vampira), reutilizó a un montón de féminas medio olvidadas (como Dominó) y consiguió que Tormenta volviera a ser la Jinete de los Vientos que era antes de convertirse en la aburrida esposa de Pantera Negra. Ahora, con la serie ya sumergida en Marvel Now!, el guionista retoma las riendas para dirigir un equipo de mutantes, por primera vez en la historia, exclusivamente femenino.
- Jóvenes Vengadores: La serie con la estética más original de Marvel, empieza su segundo arco argumental con las apariciones estelares de Veloz (antiguo miembro de los Jóvenes Vengadores y medio hermano mágico de Wiccan por la gracia de su semi-madre la Bruja Escarlata) y de Prodigio (uno de los alumnos X que tras el Cisma se quedaron en Utopía y que llevaba tiempo desaparecido). Ya veremos si se incorporan al ecléctico grupo formado por Loki niño (un poco más blando que el mayor, pero menos pesado con Thor), Miss América Chávez (mucho mejor personaje que lo que podría haberse esperado por el nombrecito de heroína de los 50 que tiene), Marvel Boy (más salido que el pico de una mesa ahora que alguien ha decidio que tenga una personalidad concreta) y Ojo de Halcón (la chica, a ver si le buscan un nombre propio a la pobre) en su huída lejos de todos los padres y madres del universo.
Y, por hoy, ya está bien. Septiembrados saludos a todos.
Blog sobre la vida, muerte y vicisitudes varias de los X-Men y el resto de mutantes de Marvel.
miércoles, 28 de agosto de 2013
Novedades de Septiembre
Etiquetas:
Actualidad,
Astonishing X-Men,
Imposible Patrulla X,
Imposibles Vengadores,
Jóvenes Vengadores,
Lobezno y la Patrulla X,
Nueva Patrulla X,
Salvaje Lobezno,
Vengadores: Arena,
X-Men
miércoles, 21 de agosto de 2013
Pequeños grandes momentos 4: Cal & Guido
El pequeño gran momento de hoy es tan pequeño que ni siquiera es una aventura completa, sino un pequeño complemento de apenas 8 página que apareció en el X-Factor Annual#7 USA y que aquí acompañaba al X-Force vol. I nº17 durante el desarrollo de “La Canción del Verdugo”, pero a mí me hace especial gracia porque es un homenaje a los cómics de “Calvin & Hobbes” y está realizada por el magnífico Peter David (guionista entonces y ahora de X-Factor) y el amerimangoso Joe Madureira poco antes de salir de la editorial con la legión de "dibujantes estrella" noventeros.
La historia trata sobre un niño llamado Cal que viste una camiseta a rayas . Es algo mayor que el personaje original y su tigre de peluche Hobbes ya no le acompaña (sale su cara en una camiseta), pero continua teniendo problemas en el colegio con los matones, especialmente con Moe.
Pero Cal es un niño listo (viajó en el tiempo para copiarse a su yo del futuro los deberes), así que se le ocurre la genial idea de ir a contratar a Guido como guardaespaldas. Al ver que ni su oferta de 25 centavos, ni ponerse chulo con eso de “mi padre paga sus impuestos, así que tú trabajas para mí” (por entonces Factor X era un grupo gubernamental) funcionan, opta por ponerle ojitos tristes. Guido, que de pequeño (en tamaño y en edad) también tuvo problemas con los abusones, acepta pasarse esa misma tarde por el colegio de Cal para ayudarle un poco. Los matones por poco mueren del susto al ver la enorme mole del mutante apareciendo en el patio del recreo y prometen no volver a molestar a Cal.
Y ahí podría terminar cualquier historia lacrimógena sobre los abusos en los colegios, pero esto no es una historia sobre maltrato, sino un homenaje a “Calvin & Hobbes” y cualquiera que conozca a Calvin sabe que la cosa no quedaría así. Él es el autoproclamado genio incomprendido que con seis años hacía muñecos de nieve que se suicidaban con bolsas de agua caliente en la cabeza. Así que a nadie debería sorprenderle que, para cuando Guido regresa a la escuela para ver qué tal le va, Cal se haya aprovechado de la situación. Amenazándoles con volver a llamar al inmenso mutante, el mocoso se ha convertido en el amo del patio y, diariamente, les quita a los antiguos matones el dinero del almuerzo. Incluso, se ha apropiado de la cazadora de cuero de Moe. Obviamente, a Guido no le hace ni pizca de gracia el nuevo escenario y obliga a Cal a devolver el dinero robado.
El mutante se va, Moe recupera su chaqueta y su estatus, Sue (Susie en las tiras cómicas) amenaza a Cal con chivarse a su madre y nuestro sufrido protagonista se queda solo en el patio quejándose, como suele ser habitual en él, que nadie aprecia a la gente con visión. Una pena que no tenga a Hobbes para apoyarle y destripar juntos algunos emparedados de mermelada.
Y eso es todo por hoy, Calvinados saludos.
La historia trata sobre un niño llamado Cal que viste una camiseta a rayas . Es algo mayor que el personaje original y su tigre de peluche Hobbes ya no le acompaña (sale su cara en una camiseta), pero continua teniendo problemas en el colegio con los matones, especialmente con Moe.
Pero Cal es un niño listo (viajó en el tiempo para copiarse a su yo del futuro los deberes), así que se le ocurre la genial idea de ir a contratar a Guido como guardaespaldas. Al ver que ni su oferta de 25 centavos, ni ponerse chulo con eso de “mi padre paga sus impuestos, así que tú trabajas para mí” (por entonces Factor X era un grupo gubernamental) funcionan, opta por ponerle ojitos tristes. Guido, que de pequeño (en tamaño y en edad) también tuvo problemas con los abusones, acepta pasarse esa misma tarde por el colegio de Cal para ayudarle un poco. Los matones por poco mueren del susto al ver la enorme mole del mutante apareciendo en el patio del recreo y prometen no volver a molestar a Cal.
Y ahí podría terminar cualquier historia lacrimógena sobre los abusos en los colegios, pero esto no es una historia sobre maltrato, sino un homenaje a “Calvin & Hobbes” y cualquiera que conozca a Calvin sabe que la cosa no quedaría así. Él es el autoproclamado genio incomprendido que con seis años hacía muñecos de nieve que se suicidaban con bolsas de agua caliente en la cabeza. Así que a nadie debería sorprenderle que, para cuando Guido regresa a la escuela para ver qué tal le va, Cal se haya aprovechado de la situación. Amenazándoles con volver a llamar al inmenso mutante, el mocoso se ha convertido en el amo del patio y, diariamente, les quita a los antiguos matones el dinero del almuerzo. Incluso, se ha apropiado de la cazadora de cuero de Moe. Obviamente, a Guido no le hace ni pizca de gracia el nuevo escenario y obliga a Cal a devolver el dinero robado.
El mutante se va, Moe recupera su chaqueta y su estatus, Sue (Susie en las tiras cómicas) amenaza a Cal con chivarse a su madre y nuestro sufrido protagonista se queda solo en el patio quejándose, como suele ser habitual en él, que nadie aprecia a la gente con visión. Una pena que no tenga a Hobbes para apoyarle y destripar juntos algunos emparedados de mermelada.
Y eso es todo por hoy, Calvinados saludos.
Etiquetas:
Calvin & Hobbes,
Guido,
Pequeños grandes momentos
lunes, 19 de agosto de 2013
Retrocontinuidad mutante
La retrocontinuidad (también llamada retcon en los USA) es un recurso muy bonico que encanta a los guionistas tebeísiticos y que consiste en joderte la historia en la que llevas 5, 10 o 20 gastándote los cuartos añadiendo un elemento súper inesperado en el pasado que, como no podía ser menos, lo cambia todo completamente ¿Habéis visto el capítulo de los Simpson en el que se desvela que el director Skinner no es más que un usurpador? Pues así se te queda la cara con algunas de estas sorpresitas. Por supuesto, todo hay que decirlo, que cuando el guionista es bueno pueden acabar surgiendo maravillas como la fantástica e inacabada Shield de Jonathan Hickman. Pero esos casos son los menos. Y, para muestra, aquí van algunos de los retrocontinuamientos más llamativos dentro del universo mutante:
- En realidad no era yo, sino… : Este sería el caso más tradicional, usado hasta la saciedad en la etapa clásica para revertir chapuceramente muertes o acciones de todo tipo. Entre los casos más famosos tenemos al Profesor X con su “no era yo el que murió, sino un mutante llamado Cambiante haciéndose pasar por mí”, Magneto con su “todas las tonterías que he hecho en los últimos años no las he hecho yo, sino un robot que me sustituyó”, Jean Grey con el famoso “no sé qué es el Fénix, yo en realidad estaba en coma bajo el océano” o, más recientemente, Madrox con sus múltiples veces repetidos “no te acostaste conmigo, era un clon”, “no me asesinaron a mí, era un clon” o “yo no era el malo, era un clon”.
- El origen de los Morlocks: Cuando terminó la Era de Apocalipsis, parte de los habitantes de ese universo alternativo se las arreglaron para cambiarse de realidad. Entre estos viajeros dimensionales que acabaron apareciendo en los años 60 (creo) se encontraba McCoy, la versión oscura de nuestra querida Bestia, que en su casa se dedicaba a experimentar con mutantes de las formas más horripilantes posibles. Y como es difícil dejar viejos hábitos, el buen doctor se puso a hacer experimentitos aquí y allá junto con Mister Siniestro. De esta forma, los Morlocks dejaron de ser unos mutantes deformes que se escondían bajo Nueva York y se transformaron en descartes de un científico loco ¿Y para qué tanto problema? Pues ni más ni menos que para explicar por qué Siniestro mandaba asesinar a los Morlocks durante la Masacre Mutante. Parece que eso de “los mato porque son deshechos genéticos” no convencía a mucha gente y lo cambiaron por “los mato porque son MIS deshechos genéticos”. A mí me parece más cutre la solución que el problema.
- Génesis mortal: Uno de los grandes terremotos que sacudió el Universo X fue cuando Ed Brubaker decidió revelar que el grupo de Lobezno y Tormenta no fue el primer equipo que el Profesor X reunió (en el mítico Giant Size) para rescatar a los estudiantes originales de Krakoa, la isla mutante. Existió un grupo anterior de cuatro mutantes entre los que se encontraba Vulcano, el hermano perdido de Cíclope y Kaos. Cuando el equipo murió (o eso parecía) el Xavier optó por lo más adecuado y justo: borró de la mente de todos la existencia de dicho grupo y dicho hermano. La caída en desgracia del Profesor X, la muerte de Banshee, la incorporación del simpático Darwin al universo mutante (ahora algo menos majo desde que es una especie de personificación de la muerte nórdica), el asesinato de Lilandra (exmujer de Xavier) y el destrozo del Imperio Shi’ar es lo que nos quedó de esa saga. La muerte de Banshee nunca podrá ser subsanada (a este que es majo, seguro que no le resucitan).
- Primera Patrulla X: Marvel acababa de revelar que existió un primer grupo de Vengadores entre los que estaban Dientes de Sable, Kraven y Nick Furia. Y como funcionó bastante bien, no tardaron mucho en encargarle una miniserie a Neal Davis sobre un grupo de mutantes anterior a la Patrulla X de Charles Xavier ¿Y quién fundo ese misterioso equipo? Pues nada menos que Lobezno (¡¡qué sorpresa!!… estoy siendo irónico) y Dientes de Sable (que dentro de poco se desvelará como miembro fundador de los 4 Fantásticos, los Inhumanos y los Rolling Stones), además de Magneto.
- La Cruzada de los Niños: Cuando salió esta colección, tenía todo a favor para atraer la atención del público: salían los Jóvenes Vengadores, se enfrentaban a los Vengadores oficiales, Lobezno trataba de matar a Wiccan unas mil veces (para que luego vaya hablando de proteger a los niños), regresaba la Bruja Escarlata tras la diezma de la población mutante y, por primera vez, se encontraba con sus supuestos hijos (que como viene siendo tradición en esta página, se considerarán mutantes hasta que nadie diga lo contrario). Pero algo se torció en la marcha. Resultaba que hacía muchos años, la Bruja Escarlata tuvo dos hijos con la Visión (un robot) usando partes del alma de un demonio. La cosa no acabó bien y la cordura de la hija de Magneto fue haciendo aguas poco a poco. Y llegó un día, que estaba tan loca que mató a varios de sus compañeros, provocó la disolución de los Vengadores (durante la ya clásica Vengadores: Desunidos o Avengers: Disassembled), alteró la realidad para que su padre fuera el gobernante mundial (en Dinastía de M) y le quitó los poderes al 90% de la población con su “No más mutantes”. Pues bien, el guionista de la "Cruzada de los Niños", Allan Heinberg decidió que sí, que la evolución de la Bruja Escarlata estaba muy conseguida, pero que quedaría mucho mejor si ella no fuera la mala de la historia y estuviera siendo manipulada por el Doctor Muerte para volver a hacer los mismo que hizo en las Secret Wars: conseguir un poder infinito (con el que no vence a nadie, por cierto) y arreglarse la cara. Añádase serios problemas con la continuidad y un par de muertes gratuitas y tendrás la fórmula perfecta para joder una serie que empezó bastante bien.
Y, por hoy, eso es todo que esto ha quedado largo de narices. Retrocontinuados saludos.
- En realidad no era yo, sino… : Este sería el caso más tradicional, usado hasta la saciedad en la etapa clásica para revertir chapuceramente muertes o acciones de todo tipo. Entre los casos más famosos tenemos al Profesor X con su “no era yo el que murió, sino un mutante llamado Cambiante haciéndose pasar por mí”, Magneto con su “todas las tonterías que he hecho en los últimos años no las he hecho yo, sino un robot que me sustituyó”, Jean Grey con el famoso “no sé qué es el Fénix, yo en realidad estaba en coma bajo el océano” o, más recientemente, Madrox con sus múltiples veces repetidos “no te acostaste conmigo, era un clon”, “no me asesinaron a mí, era un clon” o “yo no era el malo, era un clon”.
- El origen de los Morlocks: Cuando terminó la Era de Apocalipsis, parte de los habitantes de ese universo alternativo se las arreglaron para cambiarse de realidad. Entre estos viajeros dimensionales que acabaron apareciendo en los años 60 (creo) se encontraba McCoy, la versión oscura de nuestra querida Bestia, que en su casa se dedicaba a experimentar con mutantes de las formas más horripilantes posibles. Y como es difícil dejar viejos hábitos, el buen doctor se puso a hacer experimentitos aquí y allá junto con Mister Siniestro. De esta forma, los Morlocks dejaron de ser unos mutantes deformes que se escondían bajo Nueva York y se transformaron en descartes de un científico loco ¿Y para qué tanto problema? Pues ni más ni menos que para explicar por qué Siniestro mandaba asesinar a los Morlocks durante la Masacre Mutante. Parece que eso de “los mato porque son deshechos genéticos” no convencía a mucha gente y lo cambiaron por “los mato porque son MIS deshechos genéticos”. A mí me parece más cutre la solución que el problema.
- Génesis mortal: Uno de los grandes terremotos que sacudió el Universo X fue cuando Ed Brubaker decidió revelar que el grupo de Lobezno y Tormenta no fue el primer equipo que el Profesor X reunió (en el mítico Giant Size) para rescatar a los estudiantes originales de Krakoa, la isla mutante. Existió un grupo anterior de cuatro mutantes entre los que se encontraba Vulcano, el hermano perdido de Cíclope y Kaos. Cuando el equipo murió (o eso parecía) el Xavier optó por lo más adecuado y justo: borró de la mente de todos la existencia de dicho grupo y dicho hermano. La caída en desgracia del Profesor X, la muerte de Banshee, la incorporación del simpático Darwin al universo mutante (ahora algo menos majo desde que es una especie de personificación de la muerte nórdica), el asesinato de Lilandra (exmujer de Xavier) y el destrozo del Imperio Shi’ar es lo que nos quedó de esa saga. La muerte de Banshee nunca podrá ser subsanada (a este que es majo, seguro que no le resucitan).
- Primera Patrulla X: Marvel acababa de revelar que existió un primer grupo de Vengadores entre los que estaban Dientes de Sable, Kraven y Nick Furia. Y como funcionó bastante bien, no tardaron mucho en encargarle una miniserie a Neal Davis sobre un grupo de mutantes anterior a la Patrulla X de Charles Xavier ¿Y quién fundo ese misterioso equipo? Pues nada menos que Lobezno (¡¡qué sorpresa!!… estoy siendo irónico) y Dientes de Sable (que dentro de poco se desvelará como miembro fundador de los 4 Fantásticos, los Inhumanos y los Rolling Stones), además de Magneto.
- La Cruzada de los Niños: Cuando salió esta colección, tenía todo a favor para atraer la atención del público: salían los Jóvenes Vengadores, se enfrentaban a los Vengadores oficiales, Lobezno trataba de matar a Wiccan unas mil veces (para que luego vaya hablando de proteger a los niños), regresaba la Bruja Escarlata tras la diezma de la población mutante y, por primera vez, se encontraba con sus supuestos hijos (que como viene siendo tradición en esta página, se considerarán mutantes hasta que nadie diga lo contrario). Pero algo se torció en la marcha. Resultaba que hacía muchos años, la Bruja Escarlata tuvo dos hijos con la Visión (un robot) usando partes del alma de un demonio. La cosa no acabó bien y la cordura de la hija de Magneto fue haciendo aguas poco a poco. Y llegó un día, que estaba tan loca que mató a varios de sus compañeros, provocó la disolución de los Vengadores (durante la ya clásica Vengadores: Desunidos o Avengers: Disassembled), alteró la realidad para que su padre fuera el gobernante mundial (en Dinastía de M) y le quitó los poderes al 90% de la población con su “No más mutantes”. Pues bien, el guionista de la "Cruzada de los Niños", Allan Heinberg decidió que sí, que la evolución de la Bruja Escarlata estaba muy conseguida, pero que quedaría mucho mejor si ella no fuera la mala de la historia y estuviera siendo manipulada por el Doctor Muerte para volver a hacer los mismo que hizo en las Secret Wars: conseguir un poder infinito (con el que no vence a nadie, por cierto) y arreglarse la cara. Añádase serios problemas con la continuidad y un par de muertes gratuitas y tendrás la fórmula perfecta para joder una serie que empezó bastante bien.
Y, por hoy, eso es todo que esto ha quedado largo de narices. Retrocontinuados saludos.
Etiquetas:
Banshee,
Bestia Oscura,
Bruja Escarlata,
Cruzada de los Niños,
Genesis mortal,
Jean Grey,
Madrox,
Magneto,
Morlocks,
Primera Patrulla X,
Retrocontinuidad,
Xavier
lunes, 12 de agosto de 2013
Grandes personajes mutantes: Tormenta
Ahora mismo, puede parecer que no existe nadie que le pueda hacer sombra al omnipresente Lobezno, pero hubo un tiempo en el que la voz cantante en el universo mutante la llevaba otro personaje: Tormenta.
Cuesta imaginar que un miembro tan importante de los X-Men surgiera de una fusión eventual entre otros candidatos a formar parte tanto de la Patrulla X como de los Outsiders de DC: el fantástico uniforme lo obtuvo de una tal Gata Negra (nada que ver con la exnovia de Spiderman), los poderes de Tifón, la capa y la raza de Trio (el uniforme también parece ser el mismo, pero en blanco) y el aspecto de Quetzal.
Sea como sea, la mezcla fue tan buena, que consiguió convertirse en el centro de atención del Giant Size, el tebeo que presentó a la nueva alineación de mutantes en 1975. Después de todo, era difícil competir contra una chica que era considerada una auténtica diosa africana, que podía controlar los elementos y que era la bondad personificada. Por si eso fuera poco, a todo esto y a su condición de ser una de las primeras superheroínas negras, se empezó a añadir una gran historia al personaje. Así nos enteramos de que sus padres, un reportero americano y una princesa keniata, habían muerto en un bombardeo en El Cairo, dejando a la niña huérfana y con una fuerte claustrofobia, que perteneció a la banda de ladrones de Achmed El-Gibar, que le enseñó todo lo que había que saber sobre el robo de carteras (al mismo Xavier se la robó siendo una niña) y el uso de ganzúas, que había jurado no matar jamás o que el clima cambiaba según su estado de humor.
Tormenta era tan distinta a los demás que incluso su habitación era diferente. En lugar de un cuarto en el que dormir, ella contaba con un enorme ático lleno de plantas en el que se duchaba creando pequeñas lluvias y espesas nieblas.
Así era inevitable que acabara convirtiéndose en la preferida de los lectores por encima de Cíclope (el líder), Rondador Nocturno (el demonio simpático y el personaje favorito del dibujante Dave Cockrum) o Lobezno (el más odiado de los X-Men entre los fans hasta que el dibujante John Byrne se empeñó en hacerlo interesante). Y, tras la muerte de Fénix en la Luna y el abandono de Cíclope, además se convirtió en la líder de la Patrulla X. Era 1980 y los grupos liderados por mujeres negras no eran precisamente abundantes.
El cambio de década también significó una liberación para la Jinete de los Vientos, que se volvió más independiente, pero también empezó a sufrir problemas como los celos que le provocaba la relación entre su protegida (Kitty Pryde) y su profesora de baile (Stevie Hunter) o el estrés consecuencia de la vida superheroica. La tortura mental que le causó la Reina Blanca, el encierro al que la sometió el Doctor Muerte (en la imagen) dentro de una estatua (Tormenta acabó enloqueciendo tanto por su claustrofobia que casi destruye Latveria) o la semi-transformación en vampira que le provocó el mismísimo Drácula fueron algunos de los momentos especialmente duros que fueron minando su confianza y haciendo que su juramento de no matar tuviera cada vez menos sentido. Y así, después de que Mente Maestra desbaratara la boda de Lobezno en Japón y gracias a la influencia de la caótica Yukio, Tormenta se hizo un cambio de imagen radical.
Cuesta imaginar que un miembro tan importante de los X-Men surgiera de una fusión eventual entre otros candidatos a formar parte tanto de la Patrulla X como de los Outsiders de DC: el fantástico uniforme lo obtuvo de una tal Gata Negra (nada que ver con la exnovia de Spiderman), los poderes de Tifón, la capa y la raza de Trio (el uniforme también parece ser el mismo, pero en blanco) y el aspecto de Quetzal.
Sea como sea, la mezcla fue tan buena, que consiguió convertirse en el centro de atención del Giant Size, el tebeo que presentó a la nueva alineación de mutantes en 1975. Después de todo, era difícil competir contra una chica que era considerada una auténtica diosa africana, que podía controlar los elementos y que era la bondad personificada. Por si eso fuera poco, a todo esto y a su condición de ser una de las primeras superheroínas negras, se empezó a añadir una gran historia al personaje. Así nos enteramos de que sus padres, un reportero americano y una princesa keniata, habían muerto en un bombardeo en El Cairo, dejando a la niña huérfana y con una fuerte claustrofobia, que perteneció a la banda de ladrones de Achmed El-Gibar, que le enseñó todo lo que había que saber sobre el robo de carteras (al mismo Xavier se la robó siendo una niña) y el uso de ganzúas, que había jurado no matar jamás o que el clima cambiaba según su estado de humor.
Tormenta era tan distinta a los demás que incluso su habitación era diferente. En lugar de un cuarto en el que dormir, ella contaba con un enorme ático lleno de plantas en el que se duchaba creando pequeñas lluvias y espesas nieblas.
Así era inevitable que acabara convirtiéndose en la preferida de los lectores por encima de Cíclope (el líder), Rondador Nocturno (el demonio simpático y el personaje favorito del dibujante Dave Cockrum) o Lobezno (el más odiado de los X-Men entre los fans hasta que el dibujante John Byrne se empeñó en hacerlo interesante). Y, tras la muerte de Fénix en la Luna y el abandono de Cíclope, además se convirtió en la líder de la Patrulla X. Era 1980 y los grupos liderados por mujeres negras no eran precisamente abundantes.
El cambio de década también significó una liberación para la Jinete de los Vientos, que se volvió más independiente, pero también empezó a sufrir problemas como los celos que le provocaba la relación entre su protegida (Kitty Pryde) y su profesora de baile (Stevie Hunter) o el estrés consecuencia de la vida superheroica. La tortura mental que le causó la Reina Blanca, el encierro al que la sometió el Doctor Muerte (en la imagen) dentro de una estatua (Tormenta acabó enloqueciendo tanto por su claustrofobia que casi destruye Latveria) o la semi-transformación en vampira que le provocó el mismísimo Drácula fueron algunos de los momentos especialmente duros que fueron minando su confianza y haciendo que su juramento de no matar tuviera cada vez menos sentido. Y así, después de que Mente Maestra desbaratara la boda de Lobezno en Japón y gracias a la influencia de la caótica Yukio, Tormenta se hizo un cambio de imagen radical.
miércoles, 7 de agosto de 2013
Women X
Este mes comienza la publicación de la nueva andadura (dentro de Marvel Now!) de X-Men, protagonizado por el primer grupo exclusivamente femenino de la historia de los mutantes. Sin embargo, la mujeres siempre han tenido una gran importancia en la Patrulla X y han contribuido a forjar ese aura de libertad y tolerancia de las series X.
La revolución comenzó en el Giant Size con la incorporación de Tormenta. Un personaje que al contrario de
lo que solía suceder por aquel entonces, no se trataba de una mera “novia de” que debía ser rescatada por sus compañeros (como solía pasarles a la Chica Invisible, la Avispa o a la misma Jean Grey), sino que era la más poderosa (y la más carismática) de sus compañeros. Poco después, Jean Grey regresaba a la serie para acabar con la soledad de la Jinete de los Vientos y convertirse en Fénix, dejando claro que al guionista Chris Claremont le gustaban las mujeres poderosas.
Tras la muerte de Fénix, el número de féminas que se incorporaban al grupo (o que trabajaban con él como Moira) siguió creciendo, mientras que los varones se mantuvieron estables. Kitty Pryde fue la primera y se convirtió rápidamente en el foco de atención de la colección, la siguió por un tiempo Miss Marvel/Binaria (otra hipermegapoderosa), la villana reformada Pícara, Rachel Summers (la segunda Fénix, hija de una realidad alternativa de Jean y Scott), la misteriosa Mariposa Mental, la presumida Dazzler o la enigmática Madelyne Pryor (clon de la fallecida Jean Grey).
Pero la fémina que dominó la época fue, sin dudarlo, Tormenta que sufrió una de las transformaciones más radicales y exitosas de la historia del cómic y que la convirtieron en la reina absoluta de los mutantes: se rapó el pelo, se volvió más oscura, se visió de cuero y se consiguió el liderazgo de la Patrulla X. Su carácter era tan fuerte que, incluso, tras perder los poderes, continuó dirigiendo el grupo.
Mientras tanto, el universo mutante había comenzado a expandirse y su primera serie hermana fue los Nuevos Mutantes. La fórmula básica de los grupos de superhéroes suelen ser del tipo: un fuerte, un líder, un poderoso, un ágil y la chica. Pero Claremont pasó de la receta y creó uno de los primeros grupos mayoritariamente femenino. Karma, Espejismo y Loba Venenosa (y, más tarde, Magma y Magik) consiguieron demostrar que se podía hacer una serie de éxito teniedo más chicas de las habituales. Una fórmula similar siguió Excálibur, la rama inglesa de los X-Men, que unió en sus filas a Kitty Pryde, a la elemental multimorfa Meggan y a Rachel Summers.
Y, de momento, eso es todo. WomenXados saludos a todos.
La revolución comenzó en el Giant Size con la incorporación de Tormenta. Un personaje que al contrario de
lo que solía suceder por aquel entonces, no se trataba de una mera “novia de” que debía ser rescatada por sus compañeros (como solía pasarles a la Chica Invisible, la Avispa o a la misma Jean Grey), sino que era la más poderosa (y la más carismática) de sus compañeros. Poco después, Jean Grey regresaba a la serie para acabar con la soledad de la Jinete de los Vientos y convertirse en Fénix, dejando claro que al guionista Chris Claremont le gustaban las mujeres poderosas.
Tras la muerte de Fénix, el número de féminas que se incorporaban al grupo (o que trabajaban con él como Moira) siguió creciendo, mientras que los varones se mantuvieron estables. Kitty Pryde fue la primera y se convirtió rápidamente en el foco de atención de la colección, la siguió por un tiempo Miss Marvel/Binaria (otra hipermegapoderosa), la villana reformada Pícara, Rachel Summers (la segunda Fénix, hija de una realidad alternativa de Jean y Scott), la misteriosa Mariposa Mental, la presumida Dazzler o la enigmática Madelyne Pryor (clon de la fallecida Jean Grey).
Pero la fémina que dominó la época fue, sin dudarlo, Tormenta que sufrió una de las transformaciones más radicales y exitosas de la historia del cómic y que la convirtieron en la reina absoluta de los mutantes: se rapó el pelo, se volvió más oscura, se visió de cuero y se consiguió el liderazgo de la Patrulla X. Su carácter era tan fuerte que, incluso, tras perder los poderes, continuó dirigiendo el grupo.
Mientras tanto, el universo mutante había comenzado a expandirse y su primera serie hermana fue los Nuevos Mutantes. La fórmula básica de los grupos de superhéroes suelen ser del tipo: un fuerte, un líder, un poderoso, un ágil y la chica. Pero Claremont pasó de la receta y creó uno de los primeros grupos mayoritariamente femenino. Karma, Espejismo y Loba Venenosa (y, más tarde, Magma y Magik) consiguieron demostrar que se podía hacer una serie de éxito teniedo más chicas de las habituales. Una fórmula similar siguió Excálibur, la rama inglesa de los X-Men, que unió en sus filas a Kitty Pryde, a la elemental multimorfa Meggan y a Rachel Summers.
Y, de momento, eso es todo. WomenXados saludos a todos.
Etiquetas:
Fénix,
Mujeres X,
Nuevos Mutantes,
Patrulla X,
Tormenta
lunes, 5 de agosto de 2013
Guerra de escuelas 3
Con los Nuevos Mutantes convertidos en los hipertetosterónicos X-Force, transcurrió bastante tiempo antes
de que alguien se decidiera a abrir de nuevo una escuela cuya única alumna era Júbilo (dado que Kitty Pryde había emigrado a Inglaterra para formar Excálibur). Fue durante la saga “la Alianza Falange”, en la que se presentó (después de más de 12 años), un nuevo grupo de estudiantes: la multipoderosa M, Vaina (hermana pequeña de Bala de Cañón), Pellejo, Sincro, Cámara, Penitencia y, la anteriormente mencionada, Júbilo.
La principal novedad en esta ocasión fue que la separación entre Patrulla X y estudiantes se llevó a cabo incluso físicamente, pues los miembros de Generación X no estudiarían en la Escuela de Charles Xavier, sino en la Academia de Massachussets que regentaba una redimida Reina Blanca y el bueno de Banshee (rescatado del olvido por vigesimoquinta vez en su historia). El guinista Scott Lodbell consiguió crear una de las mejores series de la época hasta que fue promocionado a la Patrulla X. Tanto él como su sustituto la cagaron en sus respectivos lugares y Generación X no tardó en caer ante la crisis comiquera de finales de los 90.
Emma Frost, que se había cambiado de bando con la única intención de proteger a los jóvenes mutantes tras el asesinato de sus primeros alumnos (los Infernales), se mudó a Genosha tras el cierre de su Academia. Esta isla africana siempre había utilizado a los mutantes y a los llamados mutados (humanos con mutaciones inducidas) como esclavos, lo que la había proporcionado una envidiable riqueza hasta que la Patrulla X se empeñó en destruir su modelo de aparheid. Para cuando Emma llegó a la isla para continuar enseñando a jóvenes mutantes, Magneto regentaba la isla. Poco después, Cassandra Nova (la melliza alinienígena de Xavier que el profe asesinó en el vientre de su madre y todas esas cosas que, como suelo decir, soy incapaz de entender) desencadenó un ataque centinela sobre la isla que la destruyó casi por completo. La pobre Emma sobrevivió por los pelos, gracias a una mutación secundaria que se manifestó durante el ataque y que, en realidad, le había inducido la propia Cassandra Nova.
de que alguien se decidiera a abrir de nuevo una escuela cuya única alumna era Júbilo (dado que Kitty Pryde había emigrado a Inglaterra para formar Excálibur). Fue durante la saga “la Alianza Falange”, en la que se presentó (después de más de 12 años), un nuevo grupo de estudiantes: la multipoderosa M, Vaina (hermana pequeña de Bala de Cañón), Pellejo, Sincro, Cámara, Penitencia y, la anteriormente mencionada, Júbilo.
La principal novedad en esta ocasión fue que la separación entre Patrulla X y estudiantes se llevó a cabo incluso físicamente, pues los miembros de Generación X no estudiarían en la Escuela de Charles Xavier, sino en la Academia de Massachussets que regentaba una redimida Reina Blanca y el bueno de Banshee (rescatado del olvido por vigesimoquinta vez en su historia). El guinista Scott Lodbell consiguió crear una de las mejores series de la época hasta que fue promocionado a la Patrulla X. Tanto él como su sustituto la cagaron en sus respectivos lugares y Generación X no tardó en caer ante la crisis comiquera de finales de los 90.
Emma Frost, que se había cambiado de bando con la única intención de proteger a los jóvenes mutantes tras el asesinato de sus primeros alumnos (los Infernales), se mudó a Genosha tras el cierre de su Academia. Esta isla africana siempre había utilizado a los mutantes y a los llamados mutados (humanos con mutaciones inducidas) como esclavos, lo que la había proporcionado una envidiable riqueza hasta que la Patrulla X se empeñó en destruir su modelo de aparheid. Para cuando Emma llegó a la isla para continuar enseñando a jóvenes mutantes, Magneto regentaba la isla. Poco después, Cassandra Nova (la melliza alinienígena de Xavier que el profe asesinó en el vientre de su madre y todas esas cosas que, como suelo decir, soy incapaz de entender) desencadenó un ataque centinela sobre la isla que la destruyó casi por completo. La pobre Emma sobrevivió por los pelos, gracias a una mutación secundaria que se manifestó durante el ataque y que, en realidad, le había inducido la propia Cassandra Nova.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)