El título del blog no está elegido al azar. No, no estoy chalado. Al menos, no demasiado. Pero admitid que molaría tener algún tipo de superpoder. Estos son mis preferidos:
- Supervelocidad: Pero supervelocidad de verdad, de la que tiene Flash. Dar la vuelta a la Tierra en pocos segundos, poder hacer vibrar tus moléculas para atravesar paredes o correr por las paredes de los edificios.
- Superagilidad: Saltar de edificio en edificio dando volteretas como Spiderman o Rondador Nocturno. En Madrid no iba a tener demasiada utilidad, pero seguiría molando.
- Telekinesis: Tiene la ventaja de ser un dos en uno: mueves objetos con la mente y también vuelas. Ideal para vagos que no se quieren mover del sillón.
- Teletransporte: El poder que todo el mundo ha querido tener al darse cuenta de que está muy cansado y lejos de casa. Me da igual hacerlo entre nubes de humo con olor a azufre, por discos luminosos, pasando por el infierno o a través de las sombras. El caso es no gastar más en aviones, trenes o autobuses.
- Telepatía: Bueno... telepatía sí, pero siempre teniendo en cuenta que la parte divertida es la del control mental. La empatía animal tampoco estaría mal. A lo mejor lograba entender a mi gato.
- Metamorfísmo: Poder cambiar de aspecto para evitar encuentros desagradables, agrandarte los bíceps para una cita o doblar tu tamaño cuando alguien te toca las narices. Más útil de lo que puede parecer a simple vista.
- Volar: Parece una tontá porque, en los cómics, todo el mundo vuela de una manera u otra, pero en la vida real yo me conformaría con él.
- Invisibilidad: Siempre hay momentos en los que se quiere desaparecer, pero sería aún mejor si es como la que tiene la Mujer Invisible, con campos de fuerza incluídos.
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