jueves, 14 de abril de 2011

Quiero ser mutante

El título del blog no está elegido al azar. No, no estoy chalado. Al menos, no demasiado. Pero admitid que molaría tener algún tipo de superpoder. Estos son mis preferidos:

 - Supervelocidad: Pero supervelocidad de verdad, de la que tiene Flash. Dar la vuelta a la Tierra en pocos segundos, poder hacer vibrar tus moléculas para atravesar paredes o correr por las paredes de los edificios.

 - Superagilidad: Saltar de edificio en edificio dando volteretas como Spiderman o Rondador Nocturno. En Madrid no iba a tener demasiada utilidad, pero seguiría molando.

 - Telekinesis: Tiene la ventaja de ser un dos en uno: mueves objetos con la mente y también vuelas. Ideal para vagos que no se quieren mover del sillón.

 - Teletransporte: El poder que todo el mundo ha querido tener al darse cuenta de que está muy cansado y lejos de casa. Me da igual hacerlo entre nubes de humo con olor a azufre, por discos luminosos, pasando por el infierno o a través de las sombras. El caso es no gastar más en aviones, trenes o autobuses.

 - Telepatía: Bueno... telepatía sí, pero siempre teniendo en cuenta que la parte divertida es la del control mental. La empatía animal tampoco estaría mal. A lo mejor lograba entender a mi gato.

 - Metamorfísmo: Poder cambiar de aspecto para evitar encuentros desagradables, agrandarte los bíceps para una cita o doblar tu tamaño cuando alguien te toca las narices. Más útil de lo que puede parecer a simple vista.

 - Volar: Parece una tontá porque, en los cómics, todo el mundo vuela de una manera u otra, pero en la vida real yo me conformaría con él.

 - Invisibilidad: Siempre hay momentos en los que se quiere desaparecer, pero sería aún mejor si es como la que tiene la Mujer Invisible, con campos de fuerza incluídos.

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