Los X-Men son algunos de los personajes mejor tratados del mundo del cómic. Pocos pueden presumir de tener una serie en la que se atiende tanto a la personalidad, los problemas o sus relaciones personales. Esto se desarrollaba, principalmente, en los cómics "de calma", aquellos que se intercalaban entre los "de peleas". Pero no sólo de la vida de sus miembros pueden vivir los mutantes y esos cómics "de peleas" se han desarrollado grandes historias. Las hay míticas y archiconocidas como la reunión de la nueva Patrulla X en el Giant Size o la Saga de Fénix Oscura. Otras, tienen menos fama. Entre esas últimas, hoy revisaré una de las más asombrosas: La Caída de los Mutantes.
"La Caída de los Mutantes" se desarrolló en los tres grupos mutantes de la época, pero no al estilo de los crossover, sino con historias separadas. La premisa era que cada formación se enfrentaría a un enemigo increíble y que la historia sería impactante. En los Nuevos Mutantes, los alevines se enfrentarían a Cameron Hodge (el ex-responsable de prensa de Factor X que, en realidad, era un racista antimutante) y acabaría con la muerte de Cifra, uno de los miembros más queridos del grupo. En Factor X, Apocalipsis haría su presentación haciendo que sus jinetes atacaran Nueva York. Entre los cuatro, el que ocupaba el título de Muerte no era otro que el antiguo Ángel, al que Apocalipsis había insertado alas nuevas y le había lavado el cerebro. Esta historia, además, tendría repercusiones en otras como Thor, Daredevil o Power Pack.
Sin embargo, la parte que se hizo mítica, fue la contada en Patrulla X. Por ese entonces, el grupo lo formaban Lobezno, Mariposa Mental, Pícara, Dazzler, Longshot, Tormenta (en ese entonces, poderes) y Kaos. Les asistía Madelyne Pryor, desconsolada después de que su marido, Cíclope, la hubiera abandonado con su bebe por una resucitada Jean Grey (un hito en la historia de los argumentos absurdos, más teniendo en cuenta la personalidad de Cíclope). Un grupo muy diferente al original que contaba con enemigos mucho más peligrosos. Ya no se enfrentaban al absurdo Desvanecedor o al "poderoso" Unus el intocable. Estos eran malos de verdad, con sociópatas sedientos de sangre como los Merodeadores, terroristas como los Cosechadores, esclavistas como el gobierno de Genosha o sádicos maquiavélicos como el Club Fuego Infernal.
La historia empieza con otro grupo de malvados, la Hermandad de Mutantes Diabólicos, en ese tiempo reconvertida en un grupo gubernamental y rebautizado como Fuerza de la Libertad (claro que siendo Mística la líder del grupo, su conversión no era algo tan simple). Una de sus miembros, la vidente Destino había tenido una premonición: si la Patrulla X iba a Dallas, morirían. Así empezaba una aventura que les llevaría a casa del inventor Forja, a enfrentarse a una fuerza maligna del universo llamada el Adversario, a conocer a su contrapartida Roma y a que Tormenta recuperara sus poderes. La participación "no prevista" por el Adversario de Coloso les permitió sobrevivir, pero no vencerían hasta que Forja realizara un hechizo diabólico que necesitaba el sacrificio de nueve personas. Los X-Men, incluida Madelyne, se ofrecieron. Y, entonces, la Patrulla X falleció. Pero ahí no acaba la historia, ya que en ese mismo número, Roma les resucitaría. Sin embargo, dado que todo el mundo les creía muertos y que no podían ser detectados por medios mágicos o mecánicos (cosas de las resurrecciones) decidieron usar su situación para acabar con sus enemigos sin poner en peligro a sus seres queridos.
En conclusión, la Caída de los Mutantes es una pasada de argumento, un cambio radical como pocos se han atrevido en la industria y que acabaría derivando en múltiples ramificaciones como la formación de Excálibur (Rondador, Kitty Pride y Rachel Summers estaban en Inglaterra cuando murió la Patrulla y decidieron crear su propio grupo), la incorporación de Cable a los Nuevos Mutantes, la transformación de Mariposa Mental de inglesita ciega a ninja sexi, el traslado de los X-Men a Australia, la aparición de Júbilo o la participación de Madelyne Pryor en Inferno. Pero eso son otras historias y esta entrada ya se ha extendido bastante. Así que, por hoy, caídos saludos a todos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario