Bueno, terminado el odio hacia la editorial Panini, seguiré con mi ranking de muertos mutantes. Pero antes, saludos al lector de Singapur. Es la segunda vez que sales en las estadísticas, así que supongo que has vuelto por propia voluntad (o que te equivocas mucho). Ya puedo decir que me leen en todo el mundo je, je, je. Bueno, al lío.
Ave de Trueno: Cuando Len Wein y Dave Cockrum planearon el relanzamiento de la Patrulla X en el mítico
Giant Size, lo hicieron con el grupo más cosmopolita que se había visto nunca en el cómic: un alemán, un soviético, un irlandés, un japonés, una keniata (luego sabríamos que era americana) y un americano de la nación apache. Este último es el que nos ocupa. John Proudstar era un guerrero. Muy valiente, muy fuerte, muy orgulloso, muy tozudo... a lo mejor muy tópico. Es posible que fuera lo que no gustó al guionista. O, quizás, sólo quería un golpe de efecto. El caso es que en la siguiente misión, lo liquidó (en realidad, le tocó a su sustituto, Chris Claremont) en la que fue una de las primeras muertes de un héroe protagonista en un cómic. Un clásico.
Dientes de Sable: Dientes de Sable es uno de esos malos que no quieren conquistar el mundo ni robar mucho dinero. A él lo que le gusta es matar. Simple y llanamente. No suelen ser mis malos preferidos, pero le pongo aquí porque es el único malo (con Mística) que no se ha integrado en un grupo X con ganas de cambiar (hasta el Juggernaut estaba contento cuando estuvo del lado de los buenos), porque tuvo un hijo con Mística (eso es un logro), porque tengo que reconocer que es uno de los pocos malos que me daban mal rollo de verdad (sobre todo en la Masacre Mutante) y porque su sociopatía sobrevivió a un sinfín de guionistas. Un cabrón hasta el final.
Y con eso y un bizcocho, hasta otro día. Saludos.
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